sábado, 30 de marzo de 2024

¿Qué hacemos con el "Evangelio Gnóstico/Apócrifo de Judas"?

 


«Pero tú los superarás a todos. Porque tú sacrificarás al hombre que me reviste.»


Estoy convencido de que no hay que temerle a los "evangelios" gnósticos, apócrifos.

Una simple lectura de ellos nos alertará de que estamos bajo una cosmovisión totalmente diferente de la presentada en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Por ejemplo, en el "evangelio" de Judas Iscariote, se habla de un ángel llamado Saklas, de un Autógenes, del reino inmortal de un tal llamado Barbelo, de la corruptible Sofía (Sabiduría). Se habla de "eones" (emanaciones de la divinidad). 

Cualquiera que tenga algún conocimiento de los gnósticos, sabe que se encuentra con un escrito gnóstico, no canónico, no histórico, lleno de fantasías y mitologías, que como bien dice el autor Pedro Ortiz Valdivieso (quien tradujo al español el Evangelio de Judas, sólo con fines académicos, y que además provee comentarios e historia): 
"hay que decir claramente que el gnosticismo en su esencia es realmente pseudocristiano, pues las doctrinas fundamentales son incompatibles con los principios básicos de la fe bíblica. La figura de Jesús aparece como algo postizo, ajeno a las enseñanzas básicas de la fe cristiana, y las menciones de otros personajes del Nuevo Testamento son solo instrumentales, y estos pueden ser intercambiados con cualquier otro personaje."[1]

En este sentido, el autor (o autores) gnóstico(s), usa(n) literariamente las figuras de Jesús y los doce apóstoles sólo para presentar sus propias mitologías y fábulas gnósticas, y esto como ataque al cristianismo ortodoxo, como una polémica contra ellos, y cómo explica Pedro Ortiz, el cristianismo ortodoxo está representado por los doce apóstoles.

Es importante notar que el Jesús presentado en este documento escrito no tiene un cuerpo humano real propiamente tal.

Pedro Ortiz comentando sobre un párrafo este "evangelio", dice: 
"El cuerpo de Jesús no es un cuerpo humano real, sino aparente; por eso, él puede presentarse de diversas maneras. Esto no tiene que ver nada con el cariño que Jesús mostró a los niños, según los evangelios canónicos, sino con las ideas más o menos docetistas de los gnósticos."[2]

Y esto es lo perverso: los gnósticos tuercen las Escrituras para su propia perdición, y para la perdición de los que les siguen.

Ellos saben la verdadera historia de Judas y su traición, pero la dan vuelta de cabeza, y dicen: Los apóstoles no tenían el verdadero conocimiento del ser espiritual de Jesús. Sólo Judas pudo tener ese conocimiento secreto impartido por Jesús. Aquí les contamos lo que realmente sucede.

La frase de arriba citada (la del comienzo) es parte del "evangelio" de Judas. Supuestamente el Jesús gnóstico le dice eso a Judas Iscariote. Pedro Ortiz comenta lo siguiente sobre ese pasaje:

"De nuevo se habla de la superioridad de Judas sobre todos los demás, porque tú sacrificarás al hombre que me reviste. Nótese que, a diferencia de ciertas noticias que han aparecido en la prensa, Jesús no pide ni invita a Judas a que lo traicione; hace una predicción, como también se encuentra en los evangelios canónicos, de que él lo va entregar. Como ya se ha dicho, la acción de Judas de entregar a Jesús, según la doctrina gnóstica, permite a Jesús liberarse de la materia que lo reviste. Él no es un hombre verdadero, sino que tiene un revestimiento humano. En la muerte, él se libera de ese envoltorio y puede volver al reino del Espíritu."[3]

No te engañes. Todo esta doctrina gnóstica es perversa desde su médula.

Niegan doctrinas fundamentales de la Biblia. Y no solo las niegan, sino que las tuercen metiendo su propia cosmogonía.

Ellos usan los nombres de los personajes cristianos como polémica literaria contra el cristianismo ortodoxo (verdadero). Pero pudieran intercambiar el nombre de los personajes y las escenas a cualquier otra religión, y presentar sus raras cosmogonías.




¿Quieres saber lo que Jesús realmente enseñó? Lee los 4 Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas, Juan. Los cuales fueron recibidos desde el principio. De los cuales desde los padres de la Iglesia hasta ahora, nos hemos nutrido.

Estos Evangelios están en total concordancia con las Escrituras hebreas (Antiguo Testamento), y son el cumplimiento de ellas, al presentar al Mesías y Su obra de redención.

Todo lo demás vende. Es amarillista. Son noticias para vender.


Bien hacemos en prestar atención a las palabras del apóstol Pedro: 
"Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estad en guardia, no sea que arrastrados por el error de hombres libertinos, caigáis de vuestra firmeza; antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén." (2 Pedro 3:17-18 LBLA)

Y también cómo nos dice el amado apóstol Pablo, exhortando primero a su hijo espiritual Timoteo:
"Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia, la cual profesándola algunos, se han desviado de la fe. La gracia sea con vosotros." (1 Timoteo 6:20-21 LBLA)

 

Y recordar que es en Cristo "en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos." (Colosenses 2:3-4 LBLA)


Y bien hacemos si atendemos las palabras del anciano Juan: 
"En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna. Os he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañaros." (1 Juan 2:24-26 LBLA)


________________________________

Referencias Bibliográficas:

[1] Ortiz Valdivieso, P. (2006). El apócrifo evangelio de Judas. Facultad de Teología Pontificia Universidad Javeriana. Página 18.
[2] Ibid. Página 20.
[3] Ibid. Página 22.

Todas las citas bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas (LBLA). Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario