Imagen obtenida del: Institut Für Neutestamentliche Textforschung (Manuscript Workspace).
Link: https://ntvmr.uni-muenster.de/manuscript-workspace
El texto de Judas 5-6, lee así en la Biblia de las Américas (LBLA):
“5 Ahora quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo, que el Señor [var, Jesús]*, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron. 6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día.”
*Algunos manuscritos griegos (dentro de ellos el Codex Vaticanus (siglo IV) y el Codex Alexandrinus (siglo V)) contienen la lectura “Jesús”. Es la lectura adoptada por el Nestle-Aland 28th.
Para una defensa basada en el CBGM sobre esta lectura, recomiendo este video de James R. White: https://www.youtube.com/watch?v=_yyRaoeSHec
Dejaré la información textual (manuscritos griegos, versiones antiguas, y citas patrísticas) en la lectura de Judas 5 (hacer click en la imagen para obtener una imagen más grande):
He citado el texto bíblico para poner contexto a los comentarios y conclusiones que hice al estudiar un poco esta epístola.
Conteo de palabras (en toda la epístola de Judas):
- Jesucristo --> 6 veces.
- Señor --> 7 veces (6, si es que se acepta “Jesús” como lectura original en v. 5).
- Título “Señor” aplicado a Jesucristo directamente --> 4 veces (v. 4,17,21,24).
- Título “Señor” aplicado a Dios directamente --> 0
- Título “Señor” no directamente aplicado a Jesús --> 3 (o, 2 si se acepta la lectura “Jesús” en v. 5).
1) v. 5 --> “que el Señor [var. Jesús], habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto,”
2) v. 9 --> “sino que dijo: El Señor te reprenda.”
3) v. 14 --> “diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos,”
Comentarios:
- En el v. 4 se menciona que los hombres impíos convierten la gracia de Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.
- En el v. 5, el Señor fue el que salvó al pueblo de la tierra de Egipto, y luego destruyó a los que no creyeron.
- En contexto, el Señor del v. 5 (no dice: Dios, sino que: “el Señor”) sería el mismo Señor del v. 4, es decir, Jesucristo, nuestro único Soberano (Despota) y Señor (Kyrios). Si es que aceptamos la lectura original “Jesús”, queda más claro que se refiere a Jesucristo, al Hijo pre encarnado (lo que se relacionaría con el Ángel de Yahveh, quien en Jueces 2:1 les dice a los hijos de Israel: “Yo os saqué de Egipto y os conduje a la tierra que había prometido a vuestros padres…” (LBLA)). Claramente el Ángel de Yahveh es Yahveh mismo, es Dios. Nosotros lo vemos como una Cristofanía.
- De manera que la lectura sea “el Señor”, o “Jesús”, en contexto se refiere al mismo Señor Jesucristo.
Nota: Los manuscritos (mss.) más tardíos añaden “Dios” antes de nuestro único Soberano, haciéndolo el objeto directo de esa cláusula (como lo dice la RVR1960: “y niegan a Dios el único soberano”). De todas maneras, no se oscurece que el contexto del v. 5 se vea al Señor como a Jesucristo, ya que a Él se le sigue llamando “Señor” (“y a nuestro Señor Jesucristo”).
- En el v. 9, no está claro que sea Jesucristo el “Señor” aludido. Puede ser una referencia al título “Señor” que correspondería en el hebreo a: Yahveh (YHWH), como es el caso de Zacarías 3:2.
- En el v. 14, no se refiere como al “Señor Jesucristo”, aunque está implícito, ya que, ¿Quién es el que viene por segunda vez en juicio? La respuesta es clara: Nuestro Señor Jesucristo (Mateo 24:29-31, 36-37, 42, 44, 26:64; Hechos 1:11, 3:20-21; 1 Corintios 15:23, 16:22; Filipenses 3:20; 1 Tesalonicenses 1:10, 3:13, 4:15-17, 5:23; 2 Tesalonicenses 1:7-10, 2:1-3, 8; 2 Timoteo 4:8; Tito 2:13; Hebreos 9:28; Santiago 5:8; 1 Pedro 1:8, 13; 2 Pedro 3:4, 9, 15; 1 Juan 2:28, 3:2-3; Judas 21; Apocalipsis 16:15, 19:11-21, 22:12, 17, 20).
Es el Señor Jesucristo que viene con los ángeles de Su poder.
Conclusión:
- Quien salvó y luego destruyó a los que no creyeron fue el Señor Jesucristo (Pablo nos dice explícitamente que la roca espiritual que seguía a los israelitas después del Éxodo fue Cristo en 1 Corintios 10:4, y que los israelitas tentaron a Cristo (v. 9). Esa es la lectura original en el v. 9. Para una defensa de dicha lectura, ver las notas de la NET Bible).
- Esto no era nada nuevo para la comunidad cristiana del 1er siglo, pues Judas dice explícitamente sobre este evento (y los siguientes): “Ahora quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo,”. Si quiere recordar, debe traer a la memoria lo que ya se supo. Y luego explícitamente dice que ellos ya lo sabían todo (una preocupación de recordar al igual que la que tuvo Pedro expresada en su 2da Epístola, ver 2 Pedro 1:12-15, 3:1-2).
- Siguiendo con el contexto, fue Él mismo que encadenó a los ángeles rebeldes (v. 6), bajo tinieblas para el juicio del gran día (el día del Juicio Final).
- Como nota interesante, plantearé esto. Es claro que Judas se ayuda de las tradiciones de Enoc para presentar su punto teológico (por similitud de términos con 1 Enoc por ejemplo; aparte de hacer una cita en los vs. 14-15). Y claramente, estos ángeles rebeldes y apóstatas son los “hijos de Dios” mencionados en Génesis 6:1-4. Entonces: estos ángeles pecan, se rebelan contra el Señor. Y Jesucristo pre encarnado los encadena. Más interesante es lo que sigue: Yo sostengo que en 1 Pedro 3:19 es Cristo en espíritu (después de Su muerte en la carne) quien les proclama victoria a estos espíritus encarcelados que están en las profundidades del Tártaro, en regiones de oscuridad (2 Pedro 2:4) (la palabra espíritus, en plural, casi siempre se refiere a seres sobrenaturales, sean demonios, o ángeles).
- De manera que es Cristo quien puso a estos ángeles en prisión en su momento. Y que Cristo se encarnó y vivió entre nosotros, murió el viernes, y el sábado, estando Su cuerpo en el sepulcro aún, habiendo pagado el precio del pecado al morir por la humanidad, Él en espíritu fue a proclamar victoria a estos espíritus, fue hasta lo más profundo de la tierra (el Seol/Hades (la región de los muertos), o más específicamente el Tártaro), para luego vencer la muerte de una vez y para siempre por medio de Su gloriosa resurrección.
¡Esto es fascinante!
¡Gloria sea al Señor Jesucristo!
Dios te bendiga,
Atte. Felipe Díaz-Valdés B.
excelente estudio hno mío
ResponderBorrarDios le bendiga
Que hermosos son los pies de los que predican el evangelio. Gracias por esos detalles. Que Dios se siga glorificando en tu vida con ese don de compartir su palabra de esta manera tan especial.
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