jueves, 28 de agosto de 2025

Dios y Su Concilio Divino en textos como Génesis 1:26, 3:22, 11:7

 Entiendo que el título de la entrada puede ser provocativo, pero quiero ser transparente con el lector.

Cuando uno afronta estos textos y se pregunta: "¿A quienes se refiere Dios cuando habla de 'nosotros' en este y este texto?" puede que la respuesta por default sea: "Está hablando con las distintas Personas de la Trinidad." Y tiene sentido que pensemos así por estos motivos:

1. Somos cristianos trinitarios (creemos en la Trinidad y que es una enseñanza clara de las Escrituras).

2. Sabemos por otros textos que el Hijo era en el principio con Dios el Padre creando el mundo (Juan 1:1-3, 18).

3. Hay claros textos en donde las distintas personas de la Trinidad hablan entre sí (por ejemplo Juan 12:28, donde el Hijo le habla al Padre, y el Padre le responde desde el cielo).


Con todo esto, de todas maneras debemos preguntarnos: ¿Es esto a lo que Moisés se refiere cuando escribe que Dios dice, por ejemplo:

"Hagamos al hombre a nuestra imagen..." (Génesis 1:26, énfasis añadido)?

Entiendo que hay varias respuestas a esta interrogante, pero quiero abordarla desde el punto del Concilio Divino[1]. Y no, no soy seguidor de Michael Heiser, pero quiero explicar claramente el punto en cuestión.

El tema del Concilio Divino puede ser un tema ignorado por varios creyentes que nunca se han visto enfrentados a la enseñanza. Y no es necesario abogar por textos que en su interpretación son controversiales (por ejemplo el Salmo 82). Pero se puede ver más claramente en pasajes como Job 1:6 donde dice que "Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás." No entraré en detalle del personaje de Satanás, pero sí quiero enfatizar el hecho de los hijos de Dios, que claramente está en un contexto de seres divinos (que no son Dios, pero sí son superiores a los seres humanos) presentándose delante del Señor.

De hecho, el tema del Concilio Divino es claramente enseñado en las Escrituras en cada sección donde a Dios se le llama el SEÑOR de los ejércitos[2]. ¿Qué ejércitos? Los ejércitos celestiales. Todos los ángeles, serafines, querubines, arcángeles, todo ser celestial/divino.

Otro texto que presenta claramente el Concilio Divino es 1 Reyes 22:19-23, donde Dios es visto en su trono con todo su ejército de los cielos, y el Señor pregunta al Concilio sobre quién iba a inducir a Acab para que subiera y cayera en Ramot de Galaad.

Así que, si eres creyente de la Palabra de Dios, el tema del Concilio Divino no debiera ser un problema para ti.

Ahora, ¿qué tiene que ver todo esto que he dicho con textos como Génesis 1:26, 3:22 o 11:7?

He aquí el punto:

En Génesis se ve que cuando Dios habla en plural puede que se esté refiriendo al Concilio Divino, en el sentido de que ya se ha visto a Dios que tiene un Concilio Divino. Ahora, estos seres divinos son claramente criaturas, y solo Dios es Dios. Pero estas criaturas habitan junto a Dios en el cielo (esto se puede ver también en Apocalipsis 4 y 5), y estos genéricamente denominados "ángeles" en la tradición cristiana (claramente hay ángeles, pero no todos los seres divinos son ángeles) tienen alguna participación en los actos juntamente con Dios.

De hecho, el mismo Job dice que los hijos de Dios se regocijaban cuando Dios creaba el mundo (Job 38:6-7). 

Vamos paso por paso:

En Génesis 1:26 tenemos el relato bíblico de Dios empezando a crear al ser humano, después de haber creado la tierra, el mar, el sol, la luna, las estrellas, otros animales (del mar, del cielo, de la tierra), árboles y plantas, etc. Dios comenzará a crear el pináculo de Su creación, al ser humano que es hecho a imagen y semejanza de Dios mismo.

El texto de Génesis 1:26 dice:

"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra."

Algunos podrían conjeturar diciendo: "No es posible que Dios le esté hablando a este Concilio Divino, ya que los ángeles no son agentes creadores, solo Dios es Creador."

A lo que respondería: Es verdad, los ángeles no son agentes creadores, pero están presentes en el acto de la creación (como lo vimos en Job 38:7). Más aún, es visto en otros pasajes de las Escrituras donde Dios invita a estos seres a ser parte de la escena, e incluso esto se ve en los juicios (y en la misma entrega de la Ley, que fue dada por medio de ángeles según Esteban en su predicación (Hechos 7:53), Pablo (Gálatas 3:19) y el autor a los Hebreos (Hebreos 2:2)).

Pero lo veremos en el transcurso de este escrito. 

¿Queremos decir que los ángeles (termino genérico para seres divinos) en alguna manera portan la imagen y semejanza de Dios? Es probable, tal como nosotros la portamos también. ¿En qué sentido? En que ellos también señorean. Pensemos en el arcángel Miguel que tiene un cuidado especial (dado por Dios; él está de parte del pueblo de Israel se dice) sobre Israel (Daniel 12:1). Y que príncipes celestiales se oponen a los ángeles que se acercan a los santos (Daniel 10:12-13). De hecho, en profecías y en visiones son los ángeles los enviados por Dios para dar a entender las visiones a los santos (Daniel 9:21-22 por ejemplo).

Con todo esto dicho, quiero dejar en claro de que los ángeles no son seres creadores, sino que el texto en Génesis 1 deja en claro que es Dios y solo Dios quien crea, como lo dice explícitamente el versículo siguiente al que estábamos viendo:

Génesis 1:27 dice: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."

Ahora, creo que otros textos donde Dios habla en plural pueden ser más esclarecedores que todo lo mencionado anteriormente.

El pasaje de Génesis 3:22 es interesante de notar. Dice así:

"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre." (énfasis añadido)

De nuevo, ¿puede estar Dios hablando con los seres angelicales? ¿Qué significaría esto?

Pues Dios dice "el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal". ¿Tienen los ángeles un conocimiento superior al nuestro?

Y de hecho, esto tiene sentido a la luz de la tentación de Adán y Eva por Satanás (la serpiente). De hecho, en Génesis 3:5, la serpiente dice: "sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal."

Ahora, ese "seréis como Dios (Elohim)" puede traducirse también como "seréis como dioses" [3] (así en la traducción de la King James Version en inglés, y en español en las siguientes versiones: JBS, PDT, incluso en la Reina Valera Antigua). Es decir: como seres divinos[4], con un conocimiento mayor. Lo que Satanás estaba diciendo es básicamente: "Dios les está privando de algo... al parecer no es tan bueno con ustedes..." [5]. Es una tentación diabólica sin duda.

Algunos a modo de broma han replicado que Eva le hubiera dicho a la serpiente: "Si seremos como Dios si comemos del fruto de este árbol, ¿por qué no lo comes tú entonces?"
Creo que no tienen ningún sentido, porque Satanás fue parte del Concilio Divino, y conocimiento superior tiene, al igual que los ángeles. Pero al hombre no le era permitido por Dios (Génesis 2:17), según el mandamiento dado por el Señor.

Esta última interpretación, de que el texto pudiera traducirse como "seréis como dioses (es decir, seres divinos con mayor conocimiento)" está a favor de la interpretación que estoy presentando, ya que los seres divinos tendrían un mayor conocimiento. Lo que hace Satanás no es sólo decir mentiras (como la clara mentira que dice: "no moriréis" cuando Dios había dicho lo contrario), sino mezclar la verdad con la mentira para engañar... eso es también diabólico.

Pero a mi juicio el texto por excelencia que nos podría ayudar con esta interpretación es el pasaje de Génesis 11, donde se nos narra la construcción de Babel, donde hombres están empedernidos en quedarse en una ciudad creada por ellos y no expandirse como fue el mandato de Dios, y por lo cual Dios decide irrumpir confundiendo las lenguas y así evitar la construcción de la torre de Babel y la ciudad.

El texto dice: 

"Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero." (Génesis 11:7)

Ahora, si no estás muy convencido del Concilio Divino y Dios hablando en plural en los otros dos textos anteriores, en este no debiese ser difícil de aceptarlo. Y si lo aceptas, ¿por qué los otros dos no, donde también Dios habla en plural en el mismo libro por el mismo autor?

Pero bueno, aquí se presenta a Dios viniendo en juicio. ¿Hay algún otro pasaje donde Dios venga en juicio y venga con Sus ángeles? Claro que sí. De hecho, el mismo Jesús dice que en la consumación del siglo vendrán los ángeles con Él y ejecutarán Su juicio (Mateo 13:41-42, 49-50). ¿En qué otra parte? En 2 Tesalonicenses 1:7-8 y en Apocalipsis 19:14, por ejemplo.

De hecho, no muy lejos de Génesis 11 se ve a Dios viniendo con dos ángeles para juzgar a Sodoma y a Gomorra (en Génesis 18 y 19).

De hecho es interesante. Dios aparece a Abraham junto a dos varones (dos ángeles; Génesis 18:2). 

Pregunta: ¿Quién destruye las ciudades? Es Jehová el Señor. Así está escrito: 

"Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos." (Génesis 19:24). 

Pero fíjate en esto, en lo que le dicen los dos ángeles a Lot:

"Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo." (Génesis 19:12-13; énfasis añadido).

¿Pero quién lo destruye? Es Jehová. Pero Él invita a Sus ángeles para ejecutar juicio, y por ello pueden decir: "vamos a destruir este lugar."

¿Se entiende el tema del Concilio Divino?


Dios te bendiga,

Atte.,

Felipe Díaz-Valdés Bustamante

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[1] Ver el comentario de la NET Bible a Génesis 1:26, que dice: "La forma plural del verbo ha sido objeto de mucho debate a lo largo de los años y, como era de esperar, se han presentado varias sugerencias. Muchos teólogos cristianos lo interpretan como un indicio temprano de la pluralidad dentro de la divinidad, pero esta opinión impone conceptos trinitarios posteriores al texto antiguo. Algunos han sugerido que el verbo en plural indica majestad, pero el plural de majestad no se utiliza con verbos. C. Westermann (Génesis, 1:145) defiende aquí un plural de «deliberación», pero los ejemplos que propone de este uso (2 Sam 24:14; Isa 6:8) no respaldan realmente su teoría. En 2 Sam 24:14, David utiliza el plural como representante de todo Israel, y en Isa 6:8, el Señor habla en nombre de su corte celestial. En su contexto israelita antiguo, lo más natural es entender el plural como una referencia a Dios y su corte celestial (véase 1 Re 22:19-22; Job 1:6-12; 2:1-6; Isa 6:1-8). (Los miembros más conocidos de esta corte son los mensajeros de Dios, o ángeles. En Génesis 3:5, la serpiente puede referirse a este grupo como «dioses/seres divinos». Véase la nota sobre la palabra «mal» en 3:5). Si este es el caso, Dios invita a la corte celestial a participar en la creación de la humanidad (quizás en el papel de ofrecer alabanza, véase Job 38:7), pero él mismo es quien realiza la obra creativa (v. 27). Por supuesto, esta opinión supone que los miembros de la corte celestial poseen la «imagen» divina de alguna manera. Dado que la imagen está estrechamente relacionada con el gobierno, tal vez compartan la imagen divina en el sentido de que, junto con Dios y bajo su autoridad real, son la autoridad ejecutiva sobre el mundo.

[2] Por ejemplo en la NET Bible (en inglés) en el Salmo 24:10 se traduce "el Señor de los ejércitos" de esta manera: "The LORD of Heaven’s Armies" (en español: El SEÑOR de los ejércitos celestiales). Y en la nota numerada de la NET Bible dice sobre ese título: "Tradicionalmente, «el SEÑOR de los ejércitos», un título que aquí representa al Señor como un poderoso rey guerrero que lidera ejércitos en la batalla."

[3] El comentario de la NET Bible sobre esta frase en particular dice lo siguiente: "O «como seres divinos que saben». No está claro cómo funciona el participio plural traducido como «sabiendo». Por un lado, יֹדְעֵי (yodeʿe) podría tomarse como un participio sustantivo que funciona como adjetivo predicativo en la oración. En este caso, se podría traducir: «Seréis, como Dios mismo, conocedores del bien y del mal». Por otro lado, podría tomarse como un adjetivo atributivo que modifica אֱלֹהִים (ʾelohim). En este caso, אֱלֹהִים debe tomarse como un plural numérico que se refiere a «dioses», es decir, «seres divinos o celestiales», porque si el único Dios verdadero fuera el referente pretendido, aparecería una forma singular del participio como modificador. Siguiendo esta línea de interpretación, se podría traducir: «Seréis como seres divinos que conocen el bien y el mal». El contexto siguiente puede apoyar esta traducción, ya que en 3:22 Dios dice a un grupo no identificado: «Mirad, el hombre se ha convertido en uno de nosotros, conociendo el bien y el mal». Es posible que Dios se dirija a su corte celestial (véase la nota sobre la palabra «hacer» en 1:26), cuyos miembros pueden ser llamados «dioses» o «seres divinos/celestiales» desde la perspectiva del antiguo Israel (cf. KJV, NAB, JPS). (Conocemos a algunos de estos seres como mensajeros o «ángeles»). Un examen de las construcciones paralelas muestra que es posible una interpretación predicativa («seréis, como Dios mismo, conocedores del bien y del mal») (véase Génesis 27:23, donde «peludo» (vellosas o velludas) es predicativo, complementando el verbo «ser»). Otras pruebas sugieren que el participio es atributivo, modificando «seres divinos/celestiales» (véase Sal 31:12; Isa 1:30; 13:14; 16:2; 29:5; 58:11; Jer 14:9; 20:9; 23:9; 31:12; 48:41; 49:22; Os 7:11; Am 4:11). En todos estos textos, donde una cláusula comparativa y el adjetivo/participio que la acompaña siguen a un verbo copulativo («ser»), el adjetivo/participio es atributivo después del sustantivo en la cláusula comparativa. Sin embargo, la traducción de «Dios» se apoya en el uso de אֱלֹהִים (ʾelohim) en el contexto circundante, donde siempre se refiere al Dios verdadero, y muchas traducciones lo interpretan así (cf. NIV, TNIV, RSV, NRSV, ESV, HCSB, NLT, NASB, REB y NKJV). En esta interpretación, el participio plural se refiere a Adán y Eva."

Interesantemente, en la Septuaginta (traducción griega del Antiguo Testamento hecha antes de Cristo) se traduce la frase como: "seréis como dioses (θεοὶ)" (es decir, en plural).

[4] Para las diferentes traducciones de la palabra "Elohim", está "Dios" (Génesis 1:1), "dioses" (Salmo 82:1), incluso un "ser divino" (1 Samuel 28:13; aquí se referencia a un ser divino (Elohim) al espíritu de Samuel).

[5] Sobre esta tentación, ver lo que dice la NET Bible: "Seréis como Dios, conocedores del bien y del mal. La serpiente siembra dudas sobre la integridad de Dios. Da a entender que la única razón de la prohibición era que Dios protegía el dominio divino. Si el hombre y la mujer comieran, entrarían en ese dominio. La tentación consiste en traspasar los límites establecidos por Dios. (Véase D. E. Gowan, When Man Becomes God [PTMS], 25)."

martes, 12 de agosto de 2025

Pequeña reflexión sobre Jesús y la autoría del Pentateuco

 



Jesús les dijo a los judíos de su época:
"No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?" (Juan 5:45-47, énfasis añadido)

Es claro que Jesús se refiere a los escritos de Moisés refiriéndose a los 5 libros del Pentateuco, que era un solo rollo. Eso se confirma en Lucas 24:44 ("... era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos."). Menciona las 3 categorías donde se encasilla toda la Biblia Hebrea, el Antiguo Testamento.

Interesantemente, Jesús no dice: "porque de mí habló él." Él dice que Moisés ESCRIBIÓ de Jesús. ¿Dónde? En el Pentateuco. 
Jesús se refiere a la Ley como los escritos de Moisés ("sus escritos"). Es obvio que para que haya escritura, alguien debe hacer el acto de escribir.
Jesús dijo que Moisés escribió de Él, refiriéndose a la ley de Moisés (que en su tiempo correspondían a los 5 primeros libros de la Biblia). Me parece correcto entonces, como cristiano, confesar lo mismo que Jesús el Cristo dice acerca de la autoría del Pentateuco.

De hecho, el mismo apóstol Pablo piensa lo mismo, cuando en Romanos 10:5, dice: "Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas." (Énfasis añadido. Pablo cita Levítico 18:5, que está contenido dentro de la ley de Moisés. De nuevo, nota que él dice: "Moisés escribe...").

Es más, aún los Saduceos (de los cuales podemos decir que tenían muchas creencias equivocadas) consideraban que Moisés había escrito lo que ellos citaron, episodio que se encuentra en los evangelios sinópticos: "diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano." (Lucas 20:28, énfasis añadido; citando Deuteronomio 25:5. De nuevo, un pasaje contenido en la ley de Moisés).

Dios te bendiga.

miércoles, 6 de agosto de 2025

Meditaciones sobre Judas 1:7

 

La destrucción de Sodoma y Gomorra, John Martin, 1832.


Judas 1 (LBLA)

5 Ahora quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo, que el Señor (var., Jesús), habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron.

6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día.

7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos (i.e., a los ángeles), puesto que ellas se corrompieron (O, “se entregaron a gran inmoralidad”) y siguieron carne extraña (gr., σαρκὸς ἑτέρας), son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.

 

Resumen:

V5. Jesús el Señor destruye a los incrédulos (a los que no creyeron) después de salvar/liberar al pueblo de la tierra de Egipto.

V6. El Señor ha guardado en cadenas, para el juicio de gran día, a los ángeles rebeldes/desobedientes/apóstatas/que no se sujetan a la autoridad y traspasan los límites impuestos por Dios, que dejaron el lugar en el que debían estar (que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima).

V7. Sodoma y Gomorra son exhibidos sufriendo el castigo del fuego eterno (en su destrucción). Cometieron un pecado semejante al de los ángeles rebeldes/apóstatas. Estas ciudades se entregaron a gran inmoralidad sexual (un pecado colectivo desenfrenado) y siguieron carne extraña (i.e, homosexualidad; ver Génesis 19:4-5).

 

Génesis 19 (LBLA)

4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres (en la LXX, varones) de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción.

5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos (i.e., tengamos relaciones sexuales).

 

¿En qué sentido las ciudades pecadoras hicieron un pecado semejante al de los ángeles rebeldes, esos ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima?

Puede ser que se refiera a que estas ciudades traspasaron con creces los límites ordenados por Dios (es decir, la monogamia y la heterosexualidad dentro del contexto del matrimonio). Porque los habitantes de Sodoma y Gomorra se entregaron a gran inmoralidad. Esto quiere decir que estaban literalmente entregados a ese pecado (ver Romanos 1:24, 26, 28). Dios los entregó a sus corazones depravados, y todos, sin excepción (incluso no se hallaron ni diez justos, ver Génesis 18:32-33; 19:4, 11) estaban entregados a la inmoralidad sexual y a la homosexualidad. En un sentido la homosexualidad por sí misma conlleva una gran cantidad de pecados, debido a que:

1.     Se considera inmoralidad sexual.

2.     Viola el orden creado por Dios (matrimonio entre un hombre y una mujer).

3.     Generalmente conlleva promiscuidad y poligamia.


Ciertamente las tres descripciones descritas aplican a Sodoma y Gomorra.

El pasaje paralelo de Judas 1:5-7 es 2 Pedro 2:4-8


2 Pedro 2 (LBLA)

4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando (O, que) pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio;

5 si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;

6 si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después;

7 si rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos

8 (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por sus hechos inicuos),

 

No debemos de ignorar la clara advertencia que los impíos deberían considerar (y también los creyentes) de que una vida de pecado es una ruta segura a la destrucción eterna en el infierno. El texto en Judas dice: “son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.” (Judas 1:7, énfasis añadido). Y el texto en 2 Pedro dice: “poniéndolas de ejemplos para los que habrían de vivir impíamente después;” (2 Pedro 2:6, énfasis añadido).

Es decir, una de las razones de por qué esas historias están escritas en el relato bíblico, es para que la persona inmoral lea lo que pasó a esas ciudades, y vea que no será muy diferente a lo que experimente al final de los días, cuando sea arrojado al lago de fuego eterno. Obviamente es una advertencia para que deje su vida impía, al ser convencida de pecado. Y es un recordatorio de que Dios no deja sin castigo el pecado (ver Génesis 18:20, 19:13, 15, 24, 25, 28, 29).

Sin embargo, con todo lo dicho, para la persona que practique y vive en ese pecado, si se arrepiente para con Dios y pone su fe exclusivamente en el Señor Jesucristo, abrazando el Evangelio de Jesús, abandonando ese pecado y todos los pecados, puede ser salvo de la ira de Dios; puede ser lavado, santificado, justificado en el nombre de nuestro Señor (ver 1 Corintios 6:9-11) y gozar de la íntima comunión con Dios.


Dios te bendiga.